jueves, 20 de febrero de 2020

ALIMENTOS PROCESADOS


¿Qué tienen de bueno los zumos envasados? ¿Y de malo?



               

Según un reciente estudio publicado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria el 70% de las familias españolas les dan de merienda un zumo envasado a sus hij@s.
¿Es posible que 70 de cada 100 familias estén equivocadas? Pues sí. Es posible.
¿Qué tienen de bueno? Nada ¿Qué tienen de malo? Mucho.
«¿Qué le pongo de almuerzo?» Un zumo. Que  tiene sed: “Bebe zumo”.
A mi hij@ no le gusta la fruta pero bebe mucho zumo”.
La verdad es que todo lo que lleve la marca “fruta” vende, y vende mucho:
Yogures de fruta, zumos de fruta. “No come fruta pero todos los yogures que le compro son de frutas”. Y eso que sabemos que la única fruta que lleva el yogur es la del dibujo del envoltorio.
¿Qué le llevo al cole cuando le recojo?, Venga, bah, un zumito que tiene muchas vitaminas”
Existen cada vez más estudios científicos que demuestran los efectos perjudiciales de los zumos envasados. De hecho, la Universidad de Glasgow publicó en el Lancet un interesante estudio donde afirma que los zumos envasados son tan malos como los refrescos.
¿Sabíais que la ingesta de zumos envasados aumenta el riesgo de obesidad? Los zumos son igual de perjudiciales que los refrescos, de hecho, muchos de ellos tiene la misma cantidad de azúcares. Según en el estudio ALADINO Español, el 44.5% de l@s niñ@s entre 6-9 años tienen sobrepeso/obesidad. Esta cifra es aplastante, nunca mejor dicho. Si no cambiamos nuestro estilo de vida, más pronto que tarde, los pediatras veremos con asiduidad a niñ@s con hipertensión arterial, diabetes y colesterol elevado.
¿Sabíais que beber zumo durante la infancia aumenta el riesgo de tener diabetes mellitus tipo 2? El exceso de azúcar en el organismo del niño hace trabajar de más al páncreas, viéndose obligado a fabricar grandes cantidades de insulina que
será la encargada de movilizar ese azúcar. Con el paso del tiempo ese sobresfuerzo del páncreas traerá como consecuencia una resistencia a la insulina, o lo que es lo mismo, no poder transportar la glucosa que sobra, por tanto, se acumulará en sangre hasta presentar una diabetes en toda regla con las complicaciones ya conocidas (enfermedad cardiovascular, enfermedades renales, oculares, vasculares…)
¿Sabíais que l@s niñ@s consumidores de zumo tienen más del doble de
riesgo de padecer caries dental que los que beben agua?
 Los azúcares de los zumos son especialmente cariogénicos. Especial atención merecen los padres que les dan zumo en biberón a sus hij@s. ¡No lo hagas! Con el
tiempo, sin una adecuada higiene dental, desarrollarán “la caries del biberón”. En el biberón se bebe la leche o el agua, y en cuanto son capaces de beber con pajita o con botella, guardaremos las tetinas en el cajón.

Fíjate en esta tabla que se publicó en www.dimequecomes.com 
Una fanta naranja tiene 42 gramos de azúcar! Increíble, ¿no? Tened en cuenta que la OMS recomienda una media (depende del rango de edad del niño) de 37 gramos de azúcar como máximo al día. 
Si tienes curiosidad aquí está el documento completo.

PRODUCTO
Kcal
 (por 100ml y por 330ml)
Azúcar
(gr por 100 ml
 y 330 ml)
Fanta naranja
52 (171,6)
 12,9 (42,5)
Minute Maid naranja
46 (151,8)
 11,2 (36,9)
7 up
46 (151,8)
 11,2 (36,9)
Sprite
44 (145,8)
10,7 (35,64)
Pepsi
43(141,9)
10,8 (35,64)
Trina naranja
43(141,9)
  9,9 (32,6)
Cocacola
42 (138,7)
10,6 (34,98)
Tónica Nordic Mist
39 (128,7)
  9,4 (31,02)
Kas naranja
34 (112,2)
  8,6 (28,38)
Nestea
31 (102,3)
  7,6 (25,8)
Aquarius
31 (102,3)
  7,6 (25,8)
Lipton Ice Tea
28 (92,40)
  6,9 (22,77)
La Casera gaseosa
0,3 (0,9)
     0


¿Y qué hay del zumo de naranja recién exprimido?
Es una buena opción aunque siempre es mejor la fruta entera. Levántate un poco antes y exprime un par de naranjas, no más, para el desayuno. Es un hábito saludable, aunque insisto, córtale unos trocitos de naranja natural y que se anime a ir pinchando. Por cierto, no le metas prisa al niñ@ en beberse el zumo de un trago. Que no, que las vitaminas no se volatilizan. ¿De dónde habrá salido ese bulo que hasta mi abuela me lo decía? ¡Qué estrés a la hora de beberse el zumo! Las propiedades del zumo no se pierden hasta pasadas al menos 12 horas. Así que deja que tu hijo/a se beba el zumito tranquilamente. En definitiva: si tu hijo/a tiene sed que beba agua. Si lo que quieres es darle un lácteo que sea leche, leche. Ya me entiendes, ni batidos, ni natillas, ni zumos de leche (ufff qué combinación, eso ya es la bomba). Si estáis de cumpleaños o tomando el aperitivo un domingo por la mañana y te apetece pedirle un zumo, no hay problema. Pero no los compres en el supermercado, no como alimentación habitual, solamente de forma puntual  y como excepción.

Bibliografía de base de esta entrada:
Supervisión de la alimentación en la población infantil y juvenil. Previnfad.
Hábitos de merienda en escolares de nuestro medio. Estudio HABIMER Plus

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